A la hora de elegir la decoración de nuestras habitaciones surgen mil y una preguntas sobre qué diseño elegir, qué objetos decorativos incluir o qué textiles introducir. Pero sin duda, una de las preguntas fundamentales que debemos hacernos para acertar es: ¿qué tonalidad es la que mejor le va al suelo de la habitación?

Minimalista, rústica, rica en contrastes, planificada según las directrices del feng shui o del hygga… nuestra habitación puede adoptar muchas caras, pero en todas ellas el tono que escogemos para nuestro pavimento es un elemento básico, definitorio de su esencia. Y de entre el infinito abanico de posibilidades, hoy te proponemos explorar una de las que mejor le puede sentar a tu habitación: el suelo de vinilo gris.

El suelo de vinilo gris es una de las opciones que mejor resultados pueden darnos, una solución que nos sacará de la indecisión gracias a sus múltiples ventajas. Para empezar, se trata de gamas tremendamente agradecidas y fáciles de combinar. El gris sirve como base para todo tipo de combinaciones e impregna las estancias de elegancia sobre la que construir nuestra habitación soñada. Es un color versátil y al que le van bien infinidad de muebles, lámparas y otros objetos básicos a la hora de decorar.

Sin embargo, debemos andar con cuidado: no todas las casas ni estancias deben vestirse de esa elegancia de colores fríos. Aquellas que se sitúan en latitudes más al norte deben priorizar colores más pasteles, ya que el gris rebaja la cantidad de luz y en esos lugares lo que importa aprovecharla. En las habitaciones luminosas de lugares más cálidos, sin embargo, puede ayudar también a atenuar un exceso de luz, pues puede ayudarnos a generar un espacio confortable en el que los rayos de luz natural se distribuyen de manera uniforme.

Pero además, las distintas tonalidades de gris son perfectas para proponer espacios marcados por el minimalismo o las decoraciones más vanguardistas y cosmopolitas, en las que podemos alternar con muebles de gamas más pálidas e introducir mimbres, rafia y otras texturas que den un toque rústico.

En cuanto a los acabados, hay una infinidad de opciones para imprimir la personalidad que buscamos. Desde apariencia de microcemento o de hormigón a aspecto de baldosa gris antigua. Sólo hay que dejar volar nuestra inspiración y consultar a nuestro instalador de parquet de confianza para empezar a dar forma a la habitación que siempre imaginamos.