Apostar por un suelo de madera significa aportar un toque de calidez en nuestro hogar. El parquet, en comparación con otros tipos de suelo, es más susceptible a golpes y arañazos y necesita un mayor cuidado; aun así, estos pequeños inconvenientes no pueden hacernos renunciar a un material tan noble y cálido.
El lijado o acuchillado del parquet es un proceso fundamental para restaurar el suelo de madera, eliminando las imperfecciones causadas por el desgaste natural del uso cotidiano. Este proceso se lleva a cabo utilizando una maquina lijadora de banda o de rodillo a través de la cual se recorre el suelo eliminando la capa superficial y el barniz deteriorado, hasta conseguir un aspecto homogéneo del parquet. Para los bordes se suelen utilizar lijadoras radiales o de cinta más pequeñas.
Una vez terminado el lijado se volverá a aplicar el barniz. Para obtener una buena pintura o barniz es imprescindible realizar un lijado adecuado.
Se recomienda realizar el acuchillado de forma esporádica y cuando sea realmente necesario, por ejemplo, cuando el barniz esté deteriorado, cuando las piezas de madera se mueven, cuando aparecen manchas de humedad o por la abrasión que pueda sufrir el suelo (arañazos, golpes, etc.). Por norma general, este proceso de restauración del parquet se lleva a cabo a los ocho años después de su instalación.
No nos olvidemos además que solo la madera natural puede ser lijada; el suelo laminado, de hecho, no se acuchilla puesto que es artificial.
A continuación, os mostramos algunas fotos del proceso de lijado realizado para algunos de nuestros clientes.
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