A la hora de elegir el suelo que vamos a instalar en nuestra casa o negocio solemos plantearnos qué tonalidades de parquet queremos instalar o qué tipo de madera queremos elegir. Pero en cuanto a la forma, solemos ir a lo seguro, apostar por las clásicas tablas que dan uniformidad al suelo.

Hoy queremos hablaros de una opción que cada día gana más adeptos y que se sale de esas elecciones habituales, cuando en realidad se trata de una variante con una enorme tradición. Hablamos de la tarima Punta Hungría, una forma de apostar por algo diferente e imprimir otro aire a nuestro salón o despacho. En los siglos XVIII y XIX era la tarima más utilizada y se inspiraba en las instalaciones de los castillos franceses de la época. Aunque hoy día su uso no está tan extendido, lo cierto es que sigue siendo un referente dentro del mundo de la decoración y el interiorismo. A continuación os enumeramos algunas de las ventajas que os puede aportar este tipo de suelo.

• Aporta una gran personalidad a tus estancias. La forma en punta de flecha o espina de pez otorga mucho más relieve a tu suelo de madera, lo que significa que este va a destacar mucho más.
• Te permite jugar con formas. Es un buen punto de partida para dar rienda suelta a tu creatividad y jugar con muebles o textiles para crear ambientes de carácter fuerte.
• Da un toque de elegancia. Como decíamos, era el tipo de tarima habitual en los castillos franceses, por lo que su instalación puede proporcionar un extra de elegancia y buen gusto. De hecho, en caso de que algún día quieras vender tu casa o negocio, este puede ser un elemento que revalorice el conjunto.
• Ofrece un gran dinamismo. Los ángulos que forma la tarima Punta Hungría aportan una sensación de dinamismo que insufla si cabe más vida al entorno.
• Se adapta a muchos estilos. Ya sea rústico, moderno o ecléctico, este tipo de tarima da mucho juego a la hora de elegir el diseño de las habitaciones o salón. Todo un universo de posibilidades.