La pátina natural característica del suelo de madera le confiere una extraordinaria belleza, pero este tipo de pavimento es uno de los pocos que envejece con el paso del tiempo. Aun así, el parquet y la madera están hechos para durar, pero requieren unas rutinas de mantenimiento necesarias para conservar la belleza y nobleza de su aspecto y prestaciones (sobretodo en aquellos suelos públicos o de exterior que sufren las pisadas y golpes a diario).
Cuando las marcas y “accidentes” propios del uso durante la vida diaria han deteriorado el suelo, podemos recurrir al trabajo profesional de un restaurador del parquet con el fin de que realice un tratamiento de recuperación y restauración de nuestro suelo de madera para que recupere el aspecto que lucía originalmente.
Es muy importante que éste profesional conozca las técnicas más adecuadas para reparar de forma total o parcial el suelo dañado, incluso que sepa intervenir de forma localizada reparando una determinada lama de un suelo antiguo (puede que ésta lama en concreto tenga una veta preciosa, y recurrir al «usar y tirar» al que tan acostumbrados estamos hoy en día sustituyéndola por otra, sería una lástima). También es de suma importancia que conozca los productos y procedimientos para reparar adecuadamente este tipo de pavimento, sobretodo si se trata de un suelo antiguo.
Así, para mantener la belleza original de nuestro parquet, un buen equipo derestauradores de suelos de madera debe saber intervenir de forma localizada al reparar las piezas en aquellos suelos que hayan sufrido deterioro sin recurrir a los socorridos «parches del tipo barnizado» con barnices específicos para muebles (tan utilizados más a menudo de lo que se debiera en el sector). De esta forma, es importante que sepamos que un parquet o suelo de madera natural debe ser debidamente lijado, pulido y barnizado para reparar aquellos arañazos o manchas ocasionados por el tiempo, así como para restaurar su color natural.
En los casos en los que este tipo de suelo ha sido muy dañado y las tablas se han levantado o despegado, el restaurador debe volver a pegarlas de forma minuciosa en su sitio original. Posteriormente debe lijar completamente el suelo para reparar sin imperfecciones toda la capa dañada y devolverle su brillo inicial.
Este proceso genera bastante polvo en el ambiente, por lo que es muy recomendable recurrir a un servicio especializado de restauradores e instaladores de suelos de madera que hayan apostado por la innovación en la prestación de su servicio e incorporen entre su maquinaria las últimas novedades en máquinas lijadoras-aspiradoras para disminuir al máximo las partículas de polvo en el ambiente, ya sea en nuestro hogar o negocio, y minimicen al máximo las posibles molestias. Finalmente, con la aplicación de una capa de resina a o barniz adecuado para impermeabilizar el suelo, nuestro suelo de madera se mantendrá protegido de daños por más tiempo.
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