Definitivamente, el verano se acabó. Atrás han quedado los largos días llenos de sol y los chapuzones en la piscina. Hora de decir adiós a los atardeceres en la playa. Hola a la renovación de nuestro armario, a las hojas cayendo en las alamedas durante nuestros paseos. Bienvenida la estación favorita para hacer nuestra casa más acogedora, para preparar nuestros rincones favoritos para el invierno. Es la época de abrazar poco a poco el calor del hogar, y por tanto de transformar a nuestro gusto nuestros rincones favoritos. Y desde luego, con la progresiva llegada del frío nuestro dormitorio es uno de esos lugares que queremos privilegiar para sentir toda la calidez y personalidad. Para ello, la madera es uno de los secretos que más pueden hacer por tu estancia preferida, y por eso te proponemos algunas ideas para darle tu toque particular:

• Apuesta por lo colonial. Si hablamos de calidez, comodidad e incluso un toque de exotismo, el estilo colonial sigue siendo una de las opciones más eficaces. Piensa, por ejemplo, en la madera de cerezo acompañando a muebles macizos. Colores cálidos como el naranja o el rojo vistiendo el suelo de tu dormitorio, rodeando una cama repleta de cojines. ¿Ya lo has visualizado? Seguro que ya no querrás salir de tu habitación

• ¿Rústico? ¿Por qué no? Aunque si de calor, comodidad y espacios acogedores hablamos, lo rústico sigue siendo el rey. Siempre estará ahí para sumergirnos en una atmósfera más relajante y otoñal. Quizá la tarima maciza sea una buena opción aquí. Tiñe el suelo de marrón, combina con muebles también rústicos y deja que la naturaleza entre en tu dormitorio

• O mejor… ábrete al infinito. Quizá prefieras que tu habitación absorba cada rayo de luz del día. O convertirla en un espacio amplio, diáfano y contemporáneo. Entonces el blanco y el beige claro son tus colores, y el arce o el pino noruego de tonos claros, tus materiales. Con ellos bañarás tu dormitorio en luminosidad y claridad, y te sentirás como en una nube

• Elige el tipo de suelo. Dependiendo de lo que hayas escogido en los puntos anteriores, piensa en cuál es el tipo de instalación que necesitas para conseguir ese acabado que te proporcione bienestar y comodidad. Tablillas, parquet flotante, suelo laminado, tarima maciza o incluso suelo vinílico pueden ser opciones perfectamente válidas según lo que busques

• Cambia el rodapié. Seguro que no lo habías pensado. Un rodapié de madera, más alto y en combinación con los colores de tu suelo puede hacer auténticas maravillas con el aspecto de tu habitación. No te olvides de que, además de vestir el suelo, vestir las paredes es fundamental para conseguir un aspecto renovado

• De paso… ¡cambia tu pared! ¿Qué tal si aprovechas y pintas tu pared? El color acompañará a la decoración y a tu suelo de madera y hará que toda la estancia sea un conjunto armónico. El remanso de paz que necesitas para olvidar el estrés del día a día

• Y por supuesto, no olvides de aportar tu propia luz. Distintos puntos de iluminación siempre ayudan a conseguir la atmósfera que buscamos: luz general, luces de ambiente, luces regulables… busca la opción que mejor se adapta a ti

• Por último: ¡mantén tu habitación ordenada! Puede parecer un consejo demasiado básico, pero tenemos que recordártelo: un dormitorio ordenado es un mundo de posibilidades infinitas, pero uno desordenado es una puerta al caos. Por eso, mantener esa sensación de calidez y recogimiento es esencial que no se nos olvide esta ley del buen hogar