Hasta ahora hemos venido hablando de las prestaciones y comodidades de los suelos de madera. Realmente, es la base de nuestro confort y también un elemento fundamental para diseñar y personalizar nuestros espacios. Ahora pensemos un poco más allá. Ya tienes tu parquet instalado y disfrutas de su tacto suave, la sensación de flotar al caminar, la sensación de calidez que trae al otoño y el invierno y la frescura que aporta a tus primaveras y veranos. Pero, ¿y si te dijéramos que ese sueño de madera puede ser aún más grande? ¿Y si lleváramos la madera también al techo?

Imagínate mirar hacia arriba y encontrar un perfecto techo de madera abrazando tu estancia. Imagínate más cerca de la naturaleza, en un ambiente rústico que hace de tus tardes auténticas delicias. ¿Por qué no? Hoy en día forrar nuestros techos de madera es una posibilidad al alcance y que ofrece unos costes accesibles para el usuario. Esta opción te permitirá dar un aspecto rústico y cálido a tus habitaciones, además de aportar un toque de exclusividad que hará de tu casa un pequeño paraíso. Habitualmente los tipos de madera que más se usan para el revestimiento de techos son Paraíso, Pino Elliotis y Pino sin nudos, mientras que para las vigas y los tirantes se suelen usar maderas duras.

Además, cuando hablamos de aplicar revestimiento de maderas en nuestros techos se abre todo un mundo de posibilidades. No hablamos solo de un salón o un comedor agradable, sino que podemos hacer auténtica magia prácticamente en cualquier rincón de la casa. Piensa en un techo de madera para una cocina moderna o una rústica. Piensa en un baño de colores suaves en el que reina la madera por los cuatro costados. Piensa en un apartamento loft con techo y suelo de madera. Piensa en un elegante negocio con la madera recubriendo sus techos. Y por supuesto, imagínate en tu cama despertando y dejando que el techo de madera te transmita toda la serenidad de los ambientes más naturales. Tu sueño de madera es posible en cualquier parte de tu hogar o de tu ámbito laboral. Y no acaba ahí: una espectacular escalera o (¿por qué no?) las paredes por las que trepa completamente forradas de madera para convertir tu sitio en el mundo en un remanso de paz y belleza con todo el sello de tu personalidad.