Vivir junto al mar es todo un sueño. Poder despertarse y sentir la brisa. Ponerse el bañador y darte un chapuzón en pocos segundos. Poder tostarse al sol o presenciar un hermoso amanecer sobre el horizonte. La lista de cosas que pueden hacer tu vida mejor sigue y sigue. Sin embargo, ese sueño también exige un mantenimiento y unas reglas que permitan prolongarlo indefinidamente.

Por ejemplo, el aire que llega del mar viene acompañado de arena y también de humedad suficiente como para oxidar cualquier mueble u objeto que contenga cualquier parte metálica. Otro de los inconvenientes habituales lo solemos encontrar en el mismo suelo. Las idas y venidas con los pies mojados implican que este está expuesto a la humedad, con todo lo que ello conlleva. Habitualmente, en los apartamentos y casas cerca del litoral marítimo la elección suele pasar por suelos cerámicos lo más lisos posible, sin dibujo. Esto se debe a que facilitan la limpieza y por lo tanto permiten un mantenimiento dirario más sencillo.

¿Significa esto que nos podemos olvidar de los suelos de madera? Nada más lejos de la realidad. Actualmente existe un amplio abanico de maderas que ofrecen alto rendimiento y resistencia a la humedad. Así, no tenemos porqué descartar opciones tales como suelos laminados de materiales como el nogal (que además es menos sensible a variaciones de temperatura) o de maderas tropicales como la capaiba, especialmente si tenemos en cuenta que se usa en la construcción de casas en climas mucho más húmedos como los que encontramos en los trópicos.

Pero si no queremos correr ningún riesgo siempre tenemos una opción más sencilla y absolutamente infalible. Como ya hemos comenado muchas veces en este blog, los suelos vinílicos nunca fallan y ofrecen un sinfín de posibilidades estéticas. Si los vinilos son nuestra elección, entonces podemos jugar con todo tipo de decoraciones y por ejemplo crear ambientes marinos a partir de suelos blancos, crudos o incluso turquesas o marinos. Como ya sabéis, este tipo de suelo es muy fácil de instalar y también de reinstalar, por lo que no tendremos que preocuparnos en exceso por mantenerlo. Antes al contrario, es exactamente el tipo de suelo que necesitas para vivir tus vacaciones sin preocuparte por nada.